Europa parece preocupada porque teme una agresión rusa, según se nos dice. Se prepara para suplir el abandono de EE.UU., y va a destinar cerca de un billón de euros para tal propósito. Pensemos que las armas las tendrán que comprar al complejo militar industrial de EE.UU., y que su dependencia de los sistemas orbitales norteamericanos seguirá siendo la que es ahora. Todo ese dinero destinado a la industria de la guerra será detraído de otras partidas más necesarias, tales como la vivienda, la sanidad, la educación, los servicios sociales y, en general, de todo lo que interesa a la gente común. Las reuniones de urgencia que vemos estas semanas entre los dirigentes europeos, realmente, son de pena. Lo más patético de todo es contemplar a Londres, que antes de ayer, como quien dice, se fue de la UE echando pestes, encabezando a los europeos. El miedo al ruso lo justifica. ¿Pero, realmente, hay indicios de que los rusos planteen un ataque a Europa en su conjunto, cuando no han sido capaces de doblegar durante tres años a un país como Ucrania?
Rusia no tiene demografía ni ejército para lanzarse a un ataque contra el resto de Europa. Tampoco tiene razones geopolíticas para hacerlo, y no existe precedente histórico que avale ese argumento. Más bien al contrario, ha sido Rusia la que siempre ha sido invadida por los pueblos de Europa occidental. Por ejemplo, Napoleón invadió Rusia en 1812. Los británicos y franceses fueron a Crimea a guerrear contra Rusia en 1853. Más tarde, en lo que se conoce como el “Gran Juego”, los británicos fueron a guerra abierta contra los rusos en Asia Central y el Cáucaso. O sea, en las fronteras del imperio ruso y bien alejado de las Islas Británicas. Tras la primera guerra mundial y la revolución bolchevique, una alianza entre Alemania, Gran Bretaña, Francia y EE.UU. participó en la guerra civil rusa, del lado de los rusos blancos, es decir, de los zaristas. Los alemanes invadieron la URSS en 1941 y causaron más de 25.000.000 de muertes y destrucciones indecibles.
Los soviéticos derrotaron a los nazis, y por eso Europa se pudo librar del fascismo de entonces. Los pactos de Yalta y Postdam entre la URSS, EE.UU. y GB dividieron Europa, y los soviéticos dominaron la parte oriental del continente y los norteamericanos la parte occidental. La democracia liberal y el estado del bienestar en Europa Occidental fue posible gracias a que los soviéticos acabaron con Hitler.
Los soviéticos dejaron de dominar la parte oriental del continente en 1991, pero los norteamericanos no abandonaron su zona de ocupación. Todo lo contrario, la ampliaron hasta las mismas fronteras de Rusia, rompiendo así la promesa que le habían hecho a Gorbachov de no ampliar la OTAN más al este del continente, a cambio de que la URSS se aviniese a aceptar la unificación de Alemania.
Los rusos nunca han atacado ni invadido Gran Bretaña, Francia, Italia, Grecia, etc. Ni, por supuesto, España. Sin embargo, los franceses sí invadieron España en 1808 y, durante todo ese siglo, su política fue de injerencia permanente en los asuntos españoles, igual que los británicos. Los británicos le quitaron el peñón de Gibraltar a los españoles en 1704 y lo tienen aún bajo su soberanía. Los norteamericanos le quitaron a España Cuba, Puerto Rico y Filipinas en 1898, y no se hicieron con Canarias porque los británicos no quisieron (ver mi libro:http://riull.ull.es/xmlui/handle/915/39048 ).
La neutralidad franco-británica durante la guerra civil española fue, en realidad, un apoyo de hecho a los fascistas de Franco. Los nazis alemanes y los fascistas italianos bombardearon pueblos y ciudades españolas e hicieron posible la victoria del franquismo en la guerra civil. Tras el final de la segunda guerra mundial, los británicos se opusieron a que los aliados entrasen en España y se restaurase la democracia. EE.UU. le lavó la cara a la dictadura desde 1953 en adelante y, la famosa transición con la restauración monárquica fue posible porque así lo quisieron Kissinger y Ford. EE.UU. aún mantiene bases militares en la península de enorme importancia estratégica. Injerencias puras y duras.
En los últimos cuarenta años de historia, ningún país ha sido más agresivo y ha llevado a cabo más invasiones e injerencias que EE.UU., normalmente con el apoyo británico. Por ceñirnos a las últimas décadas, vimos que dinamitaron todo el orden de posguerra en Oriente Medio y el norte de África con guerras en Libia, Siria, Irak, golpe de estado en Egipto y desestabilización permanente de Irán.
No, los rusos no tienen planes ni posibilidades de expandir la guerra de Ucrania hacia Europa. Todo lo que te digan al respecto es sólo propaganda para seguir alimentando la maquinaria neoliberal, saquear los recursos públicos y mantener a la gente asustada y dividida.